Vista panorámica de Arta
.Su
ubicación, a 70 kilómetros de Palma, en la costa noreste de la
isla, la ha mantenido en parte apartada del turismo masivo, protegida
además por un terreno accidentado y unas costas agrestes que sin
duda conquistan a todo aquél que se aventura a visitarlas.Una
recia muralla de piedra corona el monte en cuyas faldas se despliega
la vida popular de Artà. Allí, en la cima, divisando el horizonte
desde la época en que los árabes poblaron esta región.Tras
los gruesos muros de la Almudaina y a la sombra de sus torreones de
vigilancia se encierra una superficie de 4.000 metros cuadrados donde
el tiempo parece haberse detenido, entre piedras y verdín A los pies de la Almudaina, por las laderas del cerro, se abre uno de los núcleos urbanos más ordenados y armónicos de la isla. Una curiosa escalinata facilita el descenso, desembocando directamente en la iglesia parroquial de la ciudad. Su construcción se inició en la segunda mitad del siglo XVI, lo que lo convierte en una de las construcciones más antiguas del lugar. Se caracteriza por su planta rectangular y su fachada de reminiscencias góticas, en contraste con la decoración interior, netamente barroca, apreciable en los retablos..Todo
ello recrea un marco perfecto para la construcción más emblemática
de Artà, el antiguo santuario de Sant Salvador.
Museo
Histórico
Ubicado
en la Plaza Mayor, este museo expone todo tipo de objetos y
documentos de épocas pasadas de la ciudad, cuando ésta estuvo bajo
el dominio de romanos primero y árabes después. No obstante, la
joya de la colección son los guerrers de Son Favar, curiosas figuras
de bronce creadas en torno a los siglos V y II a.C. En ocasiones la
muestra es trasladada al museo de Mallorca, en la capital de la isla.
Poblado
Talaiótio de Ses Païses
Apenas
a un kilómetro del casco urbano de Artà se encuentran los orígenes
más primitivos de la ciudad, resquicios de los primeros pobladores
que decidieron asentarse en estas bellas tierras y establecer aquí
su residencia.
El
poblado talaiótico de Ses Païses data del año 800 a.C. aunque no
fue descubierto hasta 1957 Paralelamente
a su legado arquitectónico, Artà ofrece una diversidad de recursos
naturales para disfrutar al aire libre de los encantos de una isla.
Santuario de San Salvador
La
construcción que puede verse en la actualidad, del santuario data del siglo XIX,
aunque el templo original fue levantado en el siglo XIII. No
obstante, tras funcionar como hospital para cuidar a los enfermos de
la peste que asoló la ciudad en el verano de 1820, los propios
locales decidieron quemar el edificio para así evitar la propagación
de la plaga.El
santuario conserva la planta original de cruz latina, adoptando un
estilo ornamental neoclásico. Destaca el bello pórtico, finamente
decorado con escenas de la Última Cena, siendo igualmente hermosas
las pinturas al fresco de las pechinas que sostienen la cúpula, y en
las que aparecen representados los cuatro evangelistas.No
obstante, el gran tesoro de Sant Salvador es una pequeña talla
románica de la Virgen de origen incierto, aunque se estima que fue
traída de Cataluña. Esta Virgen es venerada por propios y ajenos, y
ha llegado a convertir al templo en un centro importante de
peregrinación mariana.
Iglesia inacabada de Son Servera
Via Verde
En 1921 uno de los primeros trenes de la isla viajaba desde Manacor (centro de producción de perlas en la isla) hasta Artà al noreste. Esta parte de Mallorca conocida como ‘Levante’ (‘Llevant’ en mallorquín),cuando la conexión ferroviaria fue cerrada en 1977, la línea del tren acabó deteriorada. A pesar de que había planes de implementar un tranvía, la recesión echó por tierra esos planes. Hoy en día, el tramo de 29 km se ha convertido en la primera Vía Verde de Baleares en el camino se pueden ver todo tipo de paisajes, incluyendo algunas vistas lejanas al mar,la vía verde pasa,por
lo que solían ser las paradas del tren en Sant Llorenç, Son Carrio,
y Son Servera, ademas de la estación de Artà,La basílica
cristiana del siglo VII de Son Peretó.
Ésta se encuentra a medio camino entre Manacor y Sant
Llorenc,
en la ruta paralela a la ‘Vía Verde’.
El arquitecto catalán Joan
Rubió Bellver nunca
terminó la iglesia neogótica (¡está a cielo abierto!) en el
centro de Son
Servera (sigue
los letreros que indican ‘Església Nova’). El poblado
prehistórico de Ses Païsses (Artà).
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